Good Morning Vietnam!
Hemos dejado Camboya atrás esta mañana y finalmente nos hemos adentrado en Vietnam a través del río Mekong. Han sido 6 horas de barco y papeleo pero valió la pena. El delta del Mekong es espectacular. El río, que nace en las laderas del Tibet y llega a orillas de Vietnam pasando por Birmania, Tailandia y Camboya, se ensancha de manera increíble y luego se abre en formas infinitas, por eso le llaman el dragón de nueve cabezas. En el reside la economía de la zona y uno no se cansa de ver pescadores por todos lados con todo tipo de embarcaciones, casas flotando, pescadores tensando redes, mujeres lavando la ropa, gasolineras en medio del río, etc.
Llegamos a Chau Doc y el contraste con los pueblos de Camboya es latente. Aquí el asfalto vuelve a ser una normalidad, las aceras existen (aunque desbordadas de motos y cualquier otra cosa que desplace) e incluso hemos visto un semáforo! La comida es abundante y espectacular. La gente es menos pesada y todos sonríen y saludan, incluso alguno a carcajadas.
Primer contacto con Vietnam y parecen buena gente, dentro del descontrol de motos, bicis y carriles sin sentido, todo parece flotar a un ritmo pausado y a la vez alegre, como una de esas canciones suyas de karaoke que suenan por todas las televisiones de la ciudad. Mañana daremos una vuelta por el delta del Mekong y dormiremos en Can Tho, la capital de la zona, repleta de mercados flotantes.